domingo, 5 de enero de 2014

Enferma de amor

Enferma me encuentro.

Echo en falta tu verde mirada, tus grandes sonrisas, tus suaves suspiros y tus grandes abrazos. Tu mirada amable y abierta mezclada con la mía, fría y calculadora.

Me cambiaste, me volviste fría cuando antes era todo lo contrario, me hiciste cambiar, al fin y al cabo no resultaste ser un príncipe azul, si no un grandísimo hijo de puta, pero uno al que realmente llegue a querer. Uno que realmente me hizo sentir, me hizo sentirme viva. Y eso es algo que de verdad le agradezco. Me enseño que nunca puedes confiar en nadie, que por mucho que te caigas tendrás que levantarte, que los ''para siempre'' siempre terminan y que el ''luego te llamo'' a las 5 de la mañana en una discoteca, nunca sucede. Me hiciste querer ser algo, creer en que después de la muerte nada sucede y que la persona más diferente puede ser la que más se parezca a ti. 

Fuiste breve...pero intenso. 
Fuiste agradable...pero doloroso.
Fuiste leal...pero de muchas.

Pero aún así, sigo queriéndote...sigo echándote en falta. Sigo queriendo pasar la noche a tu lado. Pero tengo miedo, tu ya no estas, te has ido. Lejos. Muy lejos. Lejos de mi. Ya no me hago ese té que me ayudaba a conciliar el sueño, no quiero dormir si ya no es contigo. Te acuerdas de esa canción que no podía oír porque me entraba dolor de cabeza? Bueno, pues ahora la escucho las 24 horas del día para olvidarte. 

Todos me lo han dicho...Mi madre, mis amigas, mis hermanos, incluso gente que no conozco, me han dicho que estoy enferma. Enferma.
Pues sí, para que ocultarlo mas, estoy enferma, pero enferma de amor, y esto querido mio es todo culpa tuya.



Porque esta chica fría y calculadora un día puede llegar a morir...de tanto amar.

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